En nuestros objetivos como Fundación hemos asumido el apoyar y acompañar a las tejedoras que se ubican principalmente en áreas de difícil acceso o áreas rurales o aquellas que se encuentran en situación de carencias de servicios básicos, por lo que a partir de nuestra experiencia en trabajo visitándolas en los diferentes territorios, nos hemos encontrado con realidades preocupantes, algunas cuyo origen son de larga data y otras situaciones agudizadas por las problemáticas actuales que se viven siendo algunos ejemplos de los problemas a los cuales se enfrentan el tener piezas arte textil subvaloradas y mal pagadas, la dependencia en su distribución a partir de consignación, infraestructuras precarias como también un difícil acceso a canales de comercialización, etc.

Por otro lado, el impacto medioambiental que se está viendo en el presente, producto de las políticas de reforestación con monocultivos, desencadenaron un proceso de deforestación de bosque nativo y especies endémicas de los territorios lo que ha originado que se pierdan especies clave en la labor textil sumado además a la actual condición de escasez de recursos hídricos y mal manejo de las cuencas hidrográficas lo que incide directamente en la disminución de materias primas que se emplean en la confección de la artesanía textil, como por ejemplo, el teñido en base a especies arbustivas y flora nativa.

Sumando a lo anterior además tenemos el factor de condiciones de salud que algunas de las textileras presentan hoy en día puesto que es preocupante por la cantidad de mujeres que presentan enfermedades debido a la labor textil que desempeñan sumado además a su edad avanzada y escasa asistencia de salud a la cual pueden recurrir. Asimismo, hay temas adyacentes como la conectividad y acceso a redes de comunicación, desprotección social en la que viven y escaso acceso a los servicios públicos en sus territorios.