La línea de proceso describe la metodología utilizada en las distintas etapas del teñido artesanal de lana de oveja hilada, desarrollado en este trabajo, para lo cual se aplicó una técnica de Teñido Artesanal por Maceración, evaluando seis tratamientos sobre 50 especies de plantas nativas, provenientes desde la región del Biobío hasta la isla de Chiloé.
Etapa 1: Lavado de la lana
Materiales:
• 50 g de ceniza cernida (de preferencia de madera nativa, que generará lejías de pH 11-12)
• 30 litros de agua helada o tibia
• 500 gramos de lana sucia
• 4 gramos de jabón desengrasante líquido (que permite la completa eliminación del veri)
Metodología
Paso 1: Coloque en una fuente 30 litros de agua y agregue 50 gramos de ceniza cernida. Mezcle hasta generar una lavaza.
Paso 2: Introduzca 500 gramos de lana sucia a la lavaza descrita en el Paso 1. Mueva suavemente la lana en la lavaza por 5 minutos, luego deje remojar por 5 minutos más. Pasado el tiempo de remojo, vuelva a lavar la lana suavemente.
Paso 3: Elimine el agua con ceniza y estruje suavemente la lana, para quitarle todo el exceso de agua.
Paso 4: Agregue 20 litros de agua a la fuente usada antes,
más 4 gramos de jabón desengrasante líquido (agite enérgicamente hasta generar espuma), luego introduzca la lana húmeda y vuelva a lavar con suavidad por 2 minutos.
Paso 5: Enjuague hasta eliminar todo el jabón. Opcional: En el último enjuague se puede añadir un chorrito de vinagre, para dar brillo y neutralizar posibles restos de álcali.
Paso 6: Secar la lana a la sombra. La mejor forma es al aire y evitando el sol. Las madejas flojas se cuelgan separadas una de otra, en un tendedero al aire libre. Nunca utilice una fuente de calor, secadora o centrífuga automática.
Etapa 2: Recolección de plantas
La recolección de las plantas utilizadas en el proceso de teñido de lanas se debe hacer siguiendo protocolos de buenas prácticas de recolección, que corresponden a recomendaciones generales para el proceso, como, por ejemplo, solicitud de permisos, planificación de la recolección y alcances
referidos a la selección, colecta, manejo y disposición de las partes de las plantas cosechadas, y no dañar las plantas.
En Chile existe una amplia tradición de uso y de recolección de una diversidad de productos forestales no madereros (PFNM) del bosque nativo, que no han sido relevadas del todo, por sus características de informalidad y escasa información que las avalen. Por lo general, la mayor cantidad de plantas recolectadas se utiliza para fines medicinales. Sin embargo, la elaboración de tintes naturales para el teñido de lanas también requiere de una buena cantidad.
Si una persona realiza recolección en propiedades de terceros, debe contar con una autorización del dueño, así como también debe contar con la información correspondiente a restricciones o prohibiciones que puedan tener ciertas especies. Por ejemplo, no se debe colectar una determinada especie que se encuentre en alguna categoría de conservación (amenazadas o en peligro), tampoco alterar su hábitat.
Las especies escasas o extrañas no se deben recolectar, para evitar que dejen de reproducirse y no desaparezcan. Una alternativa viable sería cultivar las especies que están en esta categoría, para no extraerlas del medio natural.
El recolector debe informarse respecto de las características específicas de la especie que va a recolectar. Es decir, debe hacer una planificación de dónde se encuentra la planta que va a extraer y evaluar su nivel de abundancia en el sitio, para determinar si es sustentable la recolección. Para no cometer errores de identificación, se recomienda visitar los sitios en época de floración, momento en el que se facilita la
identificación, para registrar los puntos de posible cosecha.
Se debe conocer la parte de la planta que se va a recolectar y también el mejor momento para cosechar, para asegurar la recuperación de la especie (por ejemplo, la corteza se extrae en invierno). La recolección silvestre debe ser en áreas libres de aplicación de pesticidas, lejos de orillas de carreteras, zanjas, drenajes, vertederos o donde transiten animales.
El recolector debe estar familiarizado con las técnicas apropiadas de extracción y contar con herramientas de trabajo adecuadas, como tijeras, sierras y machetes. Como recomendación general, se debe cosechar después de la producción de semillas y sólo la cantidad que se va a utilizar.
Hojas y ramas: Las hojas de las plantas se recogen cuando han llegado a su pleno crecimiento.están deterioradas, debido a que ello podría indicar que la planta tiene alguna enfermedad, especialmente aquellas con hongos. Las hojas y ramas se deben cortar delicadamente con tijera, para no dañar otras partes de la planta. Nunca corte la punta (el ápice) de la planta, dado que en esa área se produce el crecimiento en altura de la planta.
Sólo se pueden recolectar las ramas laterales desde abajo hacia arriba, tratando de cortar lo más simétricamente posible, para no alterar la forma ni el crecimiento de la planta.
Flores: Por lo general, las flores se recolectan antes de que la corola se encuentre completamente abierta, que es cuando los pétalos contienen más sustancias activas. Se deben cortar directa y cuidadosamente de la planta, cortando sólo las flores y teniendo la precaución de dejar como mínimo alrededor de un 60% de las flores por planta. Por lo tanto, lo más recomendable sería extraer menos cantidad de flores
por planta, pero aumentar el número de plantas.
Raíces y cortezas: Cuando se extraen raíces no se debe desenterrar la raíz principal, menos cortarse. Se debe recolectar las raíces laterales y, en el caso de cortezas, no se debe
anillar el árbol, sólo sacar tiras longitudinales a un solo lado
y en invierno, para el caso de especies de hoja caediza, cuando hayan caído todas las hojas. Es muy importante respetar el criterio de extracción de raíces y cortezas, debido a que, en ambos casos, si el procedimiento no es el correcto, podría significar la muerte de la planta o del árbol. Evite extraer especies que estén en alguna categoría conservación y utilice preferentemente cortezas del suelo o de árboles cortados.
Tallos: El momento ideal para recolectarlos es después del brote de las hojas, pero antes de que hayan salido las flores.
Frutos: El fruto es el órgano procedente de la flor o de partes de ella; contiene las semillas hasta que estas maduran y luego las disemina. La mejor temporada para recolectar frutos frescos para teñir es durante la primavera y el verano. Los frutos se deben utilizar bien maduros.
Líquenes: Organismos constituidos por un alga y un hongo en asociación simbiótica, dado que el hongo proporciona una estructura que protege al alga de la deshidratación y de condiciones desfavorables, mientras que el alga sintetiza y excreta un hidrato de carbono específico que el hongo toma
y utiliza como alimento. En general, se pueden desarrollar en árboles, madera muerta, colgando de ramas, como también en rocas. Se recolectan a mano tirando suavemente con los dedos o recogiéndolos directamente del suelo.
Etapa 3: Macerado
La maceración es un proceso de lixiviación o extracción sólido-líquido, donde el producto sólido (materia prima) posee una serie de compuestos solubles en el líquido extractante, que son los que se pretende extraer. El proceso artesanal utiliza distintos productos para macerar, como por ejemplo flores, hierbas, hojas, ramas u otros.
Por lo general, en la maceración el agente extractante (la fase líquida) suele ser agua. Sin embargo, también se emplean otros líquidos como vinagre, jugos, alcoholes (prin cipalmente etanol) o aceites vegetales, que pueden o no ir ersos ingredientes para modificar las propiedades de extracción del medio líquido. El proceso puede durar de 24 horas como mínimo a 2 semanas como máximo.
Durante este tiempo comenzarán los procesos de fermentación que provocarán la desintegración de las células vegetales y la liberación de los pigmentos.
Materiales
• Agua de lluvia
• Fuente plástica
• Tijeras, cuchillo, pala (dependiendo lo que se recolectará)
Metodología:
Paso 1: Recolectar, limpiar y segmentar materiales orgánicos como hojas, raíces, flores, cortezas y líquenes, entre otros.
Paso 2: Coloque agua helada en una fuente plástica y limpia (cantidad suficiente para que cubra todos los materiales orgánicos que se introducirán).
Paso 3: Agregue los materiales seleccionados en el Paso 1. Mezcle bien y deje reposar tapado (en oscuridad), por un período de 24 horas a 2 semanas como máximo. De preferencia realice este proceso en luna menguante.
Etapa 4: Premordentado
En la etapa previa al teñido, se realiza un proceso de premordentado, el cual consiste en aplicar un mordiente determinado que mejorará ciertas caracteríaticas del proceso de fijación del tinte a la fibra de la lana, acentuando o cambiando el tono de los colores.
En el esquema de teñido presentado en el punto 1.3 se puede observar los diferentes mordientes que fueron aplicados en las muestras de lana para un mismo tinte.
Listado de Mordientes:
• Alumbre + crémor de tártaro
• Bicarbonato de sodio
• Sal
• Sulfato de cobre + ácido acético (vinagre)
• Sulfato de hierro
Materiales:
• 500 gramos de lana limpia
• 20 litros de agua
• 10 gramos de mordiente
• Olla de 30 litros
• Cuchara de madera
• Reloj
• Fuente de calor
Metodología:
Paso 1: En una olla agregar agua y poner a calentar.
Paso 2: Agregar al agua tibia cualquiera de los mordientes anteriormente mencionados, mezcle hasta disolver.
Paso 3: Introduzca la lana limpia y seca en la olla. Con ayuda de la cuchara de madera, mueva suavemente para que la lana absorba el medio y así comenzar a premordentar.
Paso 4: Una vez que hierva la lana con la mezcla de la solución, esperar cinco minutos y luego retirar del fuego.
Paso 5: Dejar enfriar la lana en la solución. No enjuagar.
Etapa 5: Teñido
La técnica de teñido aplicada en este trabajo es un teñido por agotamiento, en el cual un sustrato (fibra textil) adquiere un color a través de un tinte disuelto en el baño de tinción. El proceso comienza cuando el tinte se adsorbe primero en la superficie de la fibra, luego penetrará en el núcleo, para luego migrar a toda la fibra, homogeneizando el teñido. El éxito dependerá de la agitación, temperatura y tiempo.
Materiales:
• 500 gramos de lana premordentada
• 25 litros de líquido o tinte macerado de materia orgánica
• Olla de 30 litros
• Cuchara de madera
• Fuente de calor
Metodología:
Paso 1: En una olla de 30 litros, agregar el líquido o tinte del macerado (descrito en la Etapa 3) más 25 litros de agua. Poner a calentar.
Paso 2: Introducir 500 gramos de lana premordentada, moviéndola suavemente hasta sumergirla completamente en el tinte. Cada 15 minutos vuelva a revolver suavemente.
Paso 3: Una vez que hierva, dejar por 30 minutos, para luego retirar del fuego.
Paso 4: Dejar enfriar sin sacar la lana. Finalmente, retirar sin estrujar y colgar a la sombra. No enjuague.
La etapa siguiente no es un proceso ancestral, sino experimental, desarrollado por la autora para uniformar el color base de la lana y aumentar su fijación e intensidad.
Etapa 6: Revelado
El proceso de revelado es la etapa final de la metodología empleada en este trabajo y se refiere al efecto que produce la acción del hidróxido de amonio al 25% (amoníaco líquido) sobre las fibras de lana una vez teñidas. En general, el hidróxido de amonio ayudará a fijar y homogeneizar el color en la fibra de lana, aportando brillo e intensidad en los colores.
Materiales:
• 500 gramos de lana teñida
• 12 mililitros de amoníaco líquido diluido al 25%
• 15 litros de agua
• Olla 15 litros
• Cuchara de madera
• Fuente de calor
Metodología:
Paso 1: En una olla colocar 10 litros de agua y dejar a fuego lento hasta que el agua esté caliente al tacto, luego agregar 12 mililitros de amoníaco diluido. Revolver bien.
Paso 2: Introducir la lana teñida y seca a la mezcla. Este procedimiento no debe durar más de un minuto.
Paso 3: Luego del minuto, retirar la lana sin estrujar y colgar a la sombra. No enjuague. Observación: la solución de revelado se puede utilizar varias veces dentro del procedimiento. Sin embargo, de ser cambiada cuando el nivel disminuya mucho o cuando la solución este demasiado saturada.
Esquema de teñido de muestras
A continuación se describe el diseño y esquema empleado en este trabajo experimental, en el cual se evaluaron seis tratamientos distintos sobre 12 muestras de lana de oveja, en tintes de 50 especies de plantas nativas, provenientes desde la región del Biobío hasta la isla de Chiloé.
Metodología:
• Se toman 12 muestras de 10 x 10 centímetros y se les colocan etiquetas impermeables
• Se numeran las muestras del 1 al 12 con lápiz resistente al agua
• Las muestras 1 y 2 se tratan con mordientes de alumbre más crémor tártaro
• Las muestras 3 y 4 se tratan con mordiente de bicarbonato de sodio
• Las muestras 5 y 6 se tratan con sal
• Las muestras 7 y 8 se tratan con mordientes de sulfato de cobre más ácido acético.
• Las muestras 9 y 10 se tratan con mordiente de sulfato de hierro
• Las muestras 11 y 12 no reciben tratamiento de premordentado
• Luego, las muestras tratadas con los mordientes se tiñen todas en el mismo baño de tinción, en el que se aplica el tinte proveniente de la maceración de cada especie nativa.
• Luego, las muestras con los números 1, 3, 5, 7, 9 y 11 se someten a un baño de revelado con amoníaco al 25% y las muestras 2, 4, 6, 8, 10 y 12, se dejan sin el baño de revelado.
• Los resultados del procedimiento anteriormente descrito darán 12 tonos de colores distintos para un mismo tinte.
La línea de proceso describe la metodología utilizada en las distintas etapas del teñido artesanal de lana de oveja hilada, desarrollado en este trabajo, para lo cual se aplicó una técnica de Teñido Artesanal por Maceración, evaluando seis tratamientos sobre 50 especies de plantas nativas, provenientes desde la región del Biobío hasta la isla de Chiloé.
Etapa 1: Lavado de la lana
Materiales:
• 50 g de ceniza cernida (de preferencia de madera nativa, que generará lejías de pH 11-12)
• 30 litros de agua helada o tibia
• 500 gramos de lana sucia
• 4 gramos de jabón desengrasante líquido (que permite la completa eliminación del veri)
Metodología
Paso 1: Coloque en una fuente 30 litros de agua y agregue 50 gramos de ceniza cernida. Mezcle hasta generar una lavaza.
Paso 2: Introduzca 500 gramos de lana sucia a la lavaza descrita en el Paso 1. Mueva suavemente la lana en la lavaza por 5 minutos, luego deje remojar por 5 minutos más. Pasado el tiempo de remojo, vuelva a lavar la lana suavemente.
Paso 3: Elimine el agua con ceniza y estruje suavemente la lana, para quitarle todo el exceso de agua.
Paso 4: Agregue 20 litros de agua a la fuente usada antes,
más 4 gramos de jabón desengrasante líquido (agite enérgicamente hasta generar espuma), luego introduzca la lana húmeda y vuelva a lavar con suavidad por 2 minutos.
Paso 5: Enjuague hasta eliminar todo el jabón. Opcional: En el último enjuague se puede añadir un chorrito de vinagre, para dar brillo y neutralizar posibles restos de álcali.
Paso 6: Secar la lana a la sombra. La mejor forma es al aire y evitando el sol. Las madejas flojas se cuelgan separadas una de otra, en un tendedero al aire libre. Nunca utilice una fuente de calor, secadora o centrífuga automática.
Etapa 2: Recolección de plantas
La recolección de las plantas utilizadas en el proceso de teñido de lanas se debe hacer siguiendo protocolos de buenas prácticas de recolección, que corresponden a recomendaciones generales para el proceso, como, por ejemplo, solicitud de permisos, planificación de la recolección y alcances
referidos a la selección, colecta, manejo y disposición de las partes de las plantas cosechadas, y no dañar las plantas.
En Chile existe una amplia tradición de uso y de recolección de una diversidad de productos forestales no madereros (PFNM) del bosque nativo, que no han sido relevadas del todo, por sus características de informalidad y escasa información que las avalen. Por lo general, la mayor cantidad de plantas recolectadas se utiliza para fines medicinales. Sin embargo, la elaboración de tintes naturales para el teñido de lanas también requiere de una buena cantidad.
Si una persona realiza recolección en propiedades de terceros, debe contar con una autorización del dueño, así como también debe contar con la información correspondiente a restricciones o prohibiciones que puedan tener ciertas especies. Por ejemplo, no se debe colectar una determinada especie que se encuentre en alguna categoría de conservación (amenazadas o en peligro), tampoco alterar su hábitat.
Las especies escasas o extrañas no se deben recolectar, para evitar que dejen de reproducirse y no desaparezcan. Una alternativa viable sería cultivar las especies que están en esta categoría, para no extraerlas del medio natural.
El recolector debe informarse respecto de las características específicas de la especie que va a recolectar. Es decir, debe hacer una planificación de dónde se encuentra la planta que va a extraer y evaluar su nivel de abundancia en el sitio, para determinar si es sustentable la recolección. Para no cometer errores de identificación, se recomienda visitar los sitios en época de floración, momento en el que se facilita la
identificación, para registrar los puntos de posible cosecha.
Se debe conocer la parte de la planta que se va a recolectar y también el mejor momento para cosechar, para asegurar la recuperación de la especie (por ejemplo, la corteza se extrae en invierno). La recolección silvestre debe ser en áreas libres de aplicación de pesticidas, lejos de orillas de carreteras, zanjas, drenajes, vertederos o donde transiten animales.
El recolector debe estar familiarizado con las técnicas apropiadas de extracción y contar con herramientas de trabajo adecuadas, como tijeras, sierras y machetes. Como recomendación general, se debe cosechar después de la producción de semillas y sólo la cantidad que se va a utilizar.
Hojas y ramas: Las hojas de las plantas se recogen cuando han llegado a su pleno crecimiento.están deterioradas, debido a que ello podría indicar que la planta tiene alguna enfermedad, especialmente aquellas con hongos. Las hojas y ramas se deben cortar delicadamente con tijera, para no dañar otras partes de la planta. Nunca corte la punta (el ápice) de la planta, dado que en esa área se produce el crecimiento en altura de la planta.
Sólo se pueden recolectar las ramas laterales desde abajo hacia arriba, tratando de cortar lo más simétricamente posible, para no alterar la forma ni el crecimiento de la planta.
Flores: Por lo general, las flores se recolectan antes de que la corola se encuentre completamente abierta, que es cuando los pétalos contienen más sustancias activas. Se deben cortar directa y cuidadosamente de la planta, cortando sólo las flores y teniendo la precaución de dejar como mínimo alrededor de un 60% de las flores por planta. Por lo tanto, lo más recomendable sería extraer menos cantidad de flores
por planta, pero aumentar el número de plantas.
Raíces y cortezas: Cuando se extraen raíces no se debe desenterrar la raíz principal, menos cortarse. Se debe recolectar las raíces laterales y, en el caso de cortezas, no se debe
anillar el árbol, sólo sacar tiras longitudinales a un solo lado
y en invierno, para el caso de especies de hoja caediza, cuando hayan caído todas las hojas. Es muy importante respetar el criterio de extracción de raíces y cortezas, debido a que, en ambos casos, si el procedimiento no es el correcto, podría significar la muerte de la planta o del árbol. Evite extraer especies que estén en alguna categoría conservación y utilice preferentemente cortezas del suelo o de árboles cortados.
Tallos: El momento ideal para recolectarlos es después del brote de las hojas, pero antes de que hayan salido las flores.
Frutos: El fruto es el órgano procedente de la flor o de partes de ella; contiene las semillas hasta que estas maduran y luego las disemina. La mejor temporada para recolectar frutos frescos para teñir es durante la primavera y el verano. Los frutos se deben utilizar bien maduros.
Líquenes: Organismos constituidos por un alga y un hongo en asociación simbiótica, dado que el hongo proporciona una estructura que protege al alga de la deshidratación y de condiciones desfavorables, mientras que el alga sintetiza y excreta un hidrato de carbono específico que el hongo toma
y utiliza como alimento. En general, se pueden desarrollar en árboles, madera muerta, colgando de ramas, como también en rocas. Se recolectan a mano tirando suavemente con los dedos o recogiéndolos directamente del suelo.
Etapa 3: Macerado
La maceración es un proceso de lixiviación o extracción sólido-líquido, donde el producto sólido (materia prima) posee una serie de compuestos solubles en el líquido extractante, que son los que se pretende extraer. El proceso artesanal utiliza distintos productos para macerar, como por ejemplo flores, hierbas, hojas, ramas u otros.
Por lo general, en la maceración el agente extractante (la fase líquida) suele ser agua. Sin embargo, también se emplean otros líquidos como vinagre, jugos, alcoholes (prin cipalmente etanol) o aceites vegetales, que pueden o no ir ersos ingredientes para modificar las propiedades de extracción del medio líquido. El proceso puede durar de 24 horas como mínimo a 2 semanas como máximo.
Durante este tiempo comenzarán los procesos de fermentación que provocarán la desintegración de las células vegetales y la liberación de los pigmentos.
Materiales
• Agua de lluvia
• Fuente plástica
• Tijeras, cuchillo, pala (dependiendo lo que se recolectará)
Metodología:
Paso 1: Recolectar, limpiar y segmentar materiales orgánicos como hojas, raíces, flores, cortezas y líquenes, entre otros.
Paso 2: Coloque agua helada en una fuente plástica y limpia (cantidad suficiente para que cubra todos los materiales orgánicos que se introducirán).
Paso 3: Agregue los materiales seleccionados en el Paso 1. Mezcle bien y deje reposar tapado (en oscuridad), por un período de 24 horas a 2 semanas como máximo. De preferencia realice este proceso en luna menguante.
Etapa 4: Premordentado
En la etapa previa al teñido, se realiza un proceso de premordentado, el cual consiste en aplicar un mordiente determinado que mejorará ciertas caracteríaticas del proceso de fijación del tinte a la fibra de la lana, acentuando o cambiando el tono de los colores.
En el esquema de teñido presentado en el punto 1.3 se puede observar los diferentes mordientes que fueron aplicados en las muestras de lana para un mismo tinte.
Listado de Mordientes:
• Alumbre + crémor de tártaro
• Bicarbonato de sodio
• Sal
• Sulfato de cobre + ácido acético (vinagre)
• Sulfato de hierro
Materiales:
• 500 gramos de lana limpia
• 20 litros de agua
• 10 gramos de mordiente
• Olla de 30 litros
• Cuchara de madera
• Reloj
• Fuente de calor
Metodología:
Paso 1: En una olla agregar agua y poner a calentar.
Paso 2: Agregar al agua tibia cualquiera de los mordientes anteriormente mencionados, mezcle hasta disolver.
Paso 3: Introduzca la lana limpia y seca en la olla. Con ayuda de la cuchara de madera, mueva suavemente para que la lana absorba el medio y así comenzar a premordentar.
Paso 4: Una vez que hierva la lana con la mezcla de la solución, esperar cinco minutos y luego retirar del fuego.
Paso 5: Dejar enfriar la lana en la solución. No enjuagar.
Etapa 5: Teñido
La técnica de teñido aplicada en este trabajo es un teñido por agotamiento, en el cual un sustrato (fibra textil) adquiere un color a través de un tinte disuelto en el baño de tinción. El proceso comienza cuando el tinte se adsorbe primero en la superficie de la fibra, luego penetrará en el núcleo, para luego migrar a toda la fibra, homogeneizando el teñido. El éxito dependerá de la agitación, temperatura y tiempo.
Materiales:
• 500 gramos de lana premordentada
• 25 litros de líquido o tinte macerado de materia orgánica
• Olla de 30 litros
• Cuchara de madera
• Fuente de calor
Metodología:
Paso 1: En una olla de 30 litros, agregar el líquido o tinte del macerado (descrito en la Etapa 3) más 25 litros de agua. Poner a calentar.
Paso 2: Introducir 500 gramos de lana premordentada, moviéndola suavemente hasta sumergirla completamente en el tinte. Cada 15 minutos vuelva a revolver suavemente.
Paso 3: Una vez que hierva, dejar por 30 minutos, para luego retirar del fuego.
Paso 4: Dejar enfriar sin sacar la lana. Finalmente, retirar sin estrujar y colgar a la sombra. No enjuague.
La etapa siguiente no es un proceso ancestral, sino experimental, desarrollado por la autora para uniformar el color base de la lana y aumentar su fijación e intensidad.
Etapa 6: Revelado
El proceso de revelado es la etapa final de la metodología empleada en este trabajo y se refiere al efecto que produce la acción del hidróxido de amonio al 25% (amoníaco líquido) sobre las fibras de lana una vez teñidas. En general, el hidróxido de amonio ayudará a fijar y homogeneizar el color en la fibra de lana, aportando brillo e intensidad en los colores.
Materiales:
• 500 gramos de lana teñida
• 12 mililitros de amoníaco líquido diluido al 25%
• 15 litros de agua
• Olla 15 litros
• Cuchara de madera
• Fuente de calor
Metodología:
Paso 1: En una olla colocar 10 litros de agua y dejar a fuego lento hasta que el agua esté caliente al tacto, luego agregar 12 mililitros de amoníaco diluido. Revolver bien.
Paso 2: Introducir la lana teñida y seca a la mezcla. Este procedimiento no debe durar más de un minuto.
Paso 3: Luego del minuto, retirar la lana sin estrujar y colgar a la sombra. No enjuague. Observación: la solución de revelado se puede utilizar varias veces dentro del procedimiento. Sin embargo, de ser cambiada cuando el nivel disminuya mucho o cuando la solución este demasiado saturada.
Esquema de teñido de muestras
A continuación se describe el diseño y esquema empleado en este trabajo experimental, en el cual se evaluaron seis tratamientos distintos sobre 12 muestras de lana de oveja, en tintes de 50 especies de plantas nativas, provenientes desde la región del Biobío hasta la isla de Chiloé.
Metodología:
• Se toman 12 muestras de 10 x 10 centímetros y se les colocan etiquetas impermeables
• Se numeran las muestras del 1 al 12 con lápiz resistente al agua
• Las muestras 1 y 2 se tratan con mordientes de alumbre más crémor tártaro
• Las muestras 3 y 4 se tratan con mordiente de bicarbonato de sodio
• Las muestras 5 y 6 se tratan con sal
• Las muestras 7 y 8 se tratan con mordientes de sulfato de cobre más ácido acético.
• Las muestras 9 y 10 se tratan con mordiente de sulfato de hierro
• Las muestras 11 y 12 no reciben tratamiento de premordentado
• Luego, las muestras tratadas con los mordientes se tiñen todas en el mismo baño de tinción, en el que se aplica el tinte proveniente de la maceración de cada especie nativa.
• Luego, las muestras con los números 1, 3, 5, 7, 9 y 11 se someten a un baño de revelado con amoníaco al 25% y las muestras 2, 4, 6, 8, 10 y 12, se dejan sin el baño de revelado.
• Los resultados del procedimiento anteriormente descrito darán 12 tonos de colores distintos para un mismo tinte.